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domingo, 11 de noviembre de 2012

Callejero

2012-10-27 001

Eras callejero por derecho propio. Naciste en aquellas fechas cuando en la iglesia yo me preparaba para hacer mi primera comunión. Nuestra perra te pario dentro de un guacal en aquel viejo baño al fondo de la casa. Siempre fuiste aventurero, creo que conocías ese pueblo mejor de lo que yo lo podría conocer. Nunca fue extraño verte en cualquier parte lejos de casa.

Te destacabas por tu relajo, el cual creo que era causado por tu soberbio genio y mal carácter. Perseguías bicis, carros, niños, ancianas y todo aquello que no te gustara, incluso en tu juventud algún par de calcetines de los primos que llegaban de visita durante las vacaciones.

Algunas veces causabas vergüenza, siempre querías ir a donde fuéramos. Querías ir marcando tu territorio en cualquier parte incluso sobre el producto de los vendedores en el mercado, las puertas de las librerías o las columnas de la señora que nos preparaba las pupusas para desayunar. Recuerdo que hasta llegaste a entrar varias veces a la iglesia, te metías por debajo de las bancas y aguardabas a que la misa terminara y nosotros saliéramos de ahí. Estuviste en algunos eventos como invitado especial, te gustaba tomar el sol frente a las bocinas y parecer parte del paisaje en el escenario. Te encerramos en un cajero una vez pues no soportábamos que les ladraras a todos en el parque mientras nosotros queríamos ligar algo.

Aprendiste a llegar a casa y exigir pedir como buen habitante que se te abriera la puerta. Incluso aprendiste que Arceli tenia una copia de las llaves de la casa y si no había quien te abriera en casa, ibas al lado a pedir que lo hicieran.

Indudablemente un personaje, fuiste “NEGRO” por que así era tu color al nacer, aunque los últimos años tenias un pelo de un color y otro de otro. Pero siempre mantuviste tu pecho blanco que te daba cierto toque de elegancia.

La calle, el barrio y tal vez el pueblo podrá comenzar a extrañar escucharte ladrar por cualquier cosa. Nosotros te extrañaremos después de una larga vida perruna juntos.

Era callejero de las cosas bellas y se fue con ellas cuando se marcho. Se bebio de golpe todas las estrellas, se quedo dormido y ya no despertó. Cortez canto apropiadamente.y desde ahora, cuando escuche “Callejero”, voy a recordarte Negro.