Buscar este blog

jueves, 3 de diciembre de 2009

Reflexiones De Una Mente Influenciada: Mi Etapa Inicial

(Parte III)

A mis 17 años, luego de terminar el colegio y graduarme como bachiller, tome un bus por 26 horas que me llevaron hasta la Ciudad De México. Iba por solo una cosa “Estudiar Ingeniería en Sonido y Producción Musical”. Fermatta fue el lugar que por suerte me acogió, desde el primer paso dentro de aquella casa que alguna vez hábito Diego Rivera, sentía como me sumergía en algo nuevo, mi cabeza iba estallando poco a poco con cada conocimiento musical que se incorporaba. Soundgarden y su Black Hole Sun fueron mi primera tarea. Música clásica, música pop, mucho rock y por primera vez en mi vida, METAL. Esa música que según muchos es una adoración al diablo solo porque alguna vez vieron a Marilyn Mason en un show sacándose los ojos. Metal señores, y saben que, NO ME GUSTO. Sí, no me gusto en aquel momento donde le temía a esos temas, era un muchacho de pueblo con educación de pueblo y eso no estaba dentro de las cosas que una persona ejemplar debía compartir.

Un día glorioso en una clase de Apreciación Musical (en donde todos compartíamos nuestra música con el resto de la clase y exponíamos el porque nos gustaba) un muchacho presenta un disco de acetato, se veía viejo y de portada negra con un triángulo al centro y una línea blanca que se convertía en varias líneas de colores después (todo simulando un prisma). Yo asombrado de aquello que me parecía tan viejo pero con un sonido tan nuevo, tan actual. Aun no me la terminaba de tragar cuando el maestro, antes de concluir la clase saca su elección. Un disco blanco, OK Computer decía y yo en la luna. Todos pedían a gritos Let Down y Karma Police y yo más en la luna. Sonó y fue para mí otro nuevo sonido que masticar. Asombrado ese fin de semana termine comprándolo en la tienda de discos más cercana. Así es como nacieron mis ahora mayores influencias musicales.

         

domingo, 1 de noviembre de 2009

Reflexiones De Una Mente Influenciada: Mi Etapa Inicial

(Parte II)

Me mude al siguiente año a la Ciudad de Guatemala, viví fuera de mi casa por primera vez a mis extensos pero poco vividores 13 años. En un nuevo colegio y una nueva guitarra color beige que mis padres decidieron comprarme antes que terminara por destrozar esa fabulosa Yamaha de 12 cuerdas que mi padre solía cuidar. En aquel colegio encontré nuevos amigos, nuevos ideales y por supuesto nueva música. Conocí lo bello que fue la década de los noventas para Guatemala (musicalmente hablando), encontré ahí una de mis más destacadas influencias: MI AMOR POR EL ROCK. Porque Rock es Rock y seguirá siendo por mas etiquetas que le pongamos. (grounge, alternativo, punk, incuso pop)

martes, 20 de octubre de 2009

Reflexiones De Una Mente Influenciada: Mi Etapa Inicial

(Parte I)

Soy músico desde que tengo memoria. Es tal vez la historia que más me gusta contar y seguro con la que llegare a aburrir a mis nietos. Mis primeros pasos se vieron frustrados por un cable de micrófono, crecí literalmente somatando los teclados que mi padre amaba que junto a su talento eran en aquella época lo que sostenía nuestra familia. Los dotes de artista dieron su primer fruto a mis tres años, cuando conocí los escenarios y es ahí donde me topé con mi primera influencia musical. Interprete una canción que no conocía más que de la voz de una amada persona que arrullaba mi sueño cantándome “Yo Tengo Unos Ojos Verdes, ¿Quién me los quiere comprar?”. He sido influenciado tanto que hoy, a mis 22 años no he escuchado tal canción y no porque no sepa realmente que no se tratan de ojos verdes sino negros, sino porque prefiero mantener la magia de mi historia.

Pase a ser el niño que tocaba y cantaba desde mi colegio hasta las concurridas veladas artísticas en el parque central de mi pueblo. Siempre cantando las canciones que me gustaban y de una u otra forma aprendía (muchas veces canciones de moda en las radios). Así es como conocí las influencias en mi niñez. Como muchos niños, escuche la música de mis padres por mucho tiempo, esa música de antaño que te trae recuerdos de momentos en la historia que nunca viví. Hasta tuve mis propios casetes de Perales y Los Iracundos. Seguí siendo ese niño hasta el final de mi primer año en el básico, cuando unos muchachos de unos grados más altos tocaban guitarra en mi instituto y por cosas del azar o destino yo pase frente a ellos. Como dice el dicho “date fama y échate a dormir”, mi fama de “músico” ya era mi sombra y ellos se aprovecharon de eso para poner frente a mi aquella guitarra negra, con cuerdas de acero un tanto desgastada que yo con miedo tome y dije “No, no sé cómo tocarla”. Esas vacaciones tome al abandonado guitarra de mi papa y me empeñe en aprender. Así es como surgió un nuevo panorama para mí, ahora podía tocar canciones que tuvieran guitarra y que es más emblemático hoy en día para la guitarra (pues el reggaetón no es).